27.12.10

El Yamaha T-Max cumple 10 años (1ª parte)









Carrocería afilada, chasis de aluminio, pinzas de freno de Yamaha R6, horquilla de 43 mm con doble tija, motor bicilíndrico central de 8 válvulas, llantas de 15 pulgadas, 160 km/h... Desde 2008 disfrutamos de la segunda generación, pero hace 10 años debutó el que sería el megascooter deportivo más deseado (y vendido) del mercado: el Yamaha XP 500 Twin Maximum, más conocido como T-Max.

El Salón de Munich del año 2000 sirvió de escenario para dar a conocer al mundo “el scooter que siempre ha querido ser una moto”. Contaba con un chasis tubular de doble cuna en acero, motor bicilíndrico paralelo de 500 cc (cigüeñal calado a 360º y tercera biela como contrapeso para minimizar vibraciones), 40 CV y alimentación por doble carburador. En 2004 llegó el primer restyling, adoptando inyección electrónica, doble disco delantero, basculante de aluminio, llanta trasera de 15 pulgadas y 44 CV. En 2005 se incluyó la opción ABS y en 2007 aparecieron las versiones especiales Black/Night Max.

El T-Max no sólo es un icono, sino que además sigue caracterizándose por tener un comportamiento intachable: equilibrio, estabilidad, suavidad, ausencia de vibraciones, potencia, aceleración, frenada, etc. En nuestro país lleva mucho tiempo liderando el ranking del megascooter (scooter de +300 cc) más vendido con cerca de 2.000 unidades anuales... ¡y eso que cuesta casi 10.000 €! Por algo será. El proyecto original, liderado por el ingeniero Toshiyuki Suzuki, concibió un scooter al gusto europeo que se asemejara al comportamiento de una moto sport-turismo.

Además, existen numerosos preparadores y fabricantes (Polini o Malossi son los más reconocidos) de accesorios encargados de optimizar cualquier aspecto de la moto. Cruzarte con uno al que no se le haya cambiado el escape es difícil y fuera de nuestras fronteras hay verdaderos entusiastas de este modelo, que lo utilizan para competir (Trofeo Nazionale Maxiscooter en Italia).

Una de las mejores preparaciones españolas es la de Miguel Ángel Cortés (concesionario madrileño Yamaha Motos Cortés), con 4.000 € en extras: piezas de carbono, discos lobulados, variador J.Costa, escape Leo Vince SBK, amortiguador Öhlins, centralita Rapid Bike, xenon, portamatrícula Biondi, pantalla tintada, etc. Con él se puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, alcanzar los 170 km/h y reducir el consumo a 6,1 l. cada 100 km. Un gran trabajo.
La preparación del T-Max primera generación de José Manuel Pereira (taller barcelonés Second Crono Moto) es más radical: 5.000 € en extras con sistema de NOS incluido (+)

No hay comentarios: