14.7.10

GAS GAS EC 300 Nambotin Replica: caramelo nacional












Los éxitos del piloto francés Christophe Nambotin en E3 no han pasado desapercibidos para Gas Gas. Por ello, qué mejor manera de celebrarlo que lanzar una tirada limitada con las mismas especificaciones que la moto subcampeona del mundo del año pasado: 9.000 € tienen la culpa.

La primera vez que vi una fue a principios de año en Guadalajara, verificando de cara a la segunda cita del Nacional de Cross-Country. Cuatro meses después, me la vuelvo a encontrar.
Nada más subirme, acoplo perfectamente con ella. Agarro el manillar Renthal Twin Wall 997 y, al agachar la mirada, descubro la inscripción “NAMBOTIN #024” grabada en su tija superior mecanizada. Esta moto promete…

A falta de tres carreras (6 días) para la conclusión del mundial de enduro 2010 (Grecia, Turquía y Francia), el piloto estrella de Gas Gas Christophe Nambotin se encuentra en la misma situación del año pasado pero con otro contrincante: segundo por detrás de David Knight (en vez de Iván Cervantes). A pesar de sus cuatro victorias, el de la Isla de Man le aventaja en 30 puntos. Después del obtenido el año pasado, otro subcampeonato sería doloroso, pero ya veremos qué sucede... Por otro lado, domina en el país vecino con mano de hierro y sus 3 títulos nacionales así lo avalan. En las últimas cuatro temporadas ha defendido los colores de GG y acaba de renovar por dos años más.

Ante esta situación óptima, con el galo metiendo mano a los “cacerolos de quinientos”, Gas Gas se ha sacado de la chistera un modelo muy especial listo para correr, usando como base otra versión de casa: la EC 300 Racing. Con ella comparte elementos como la doble curva de potencia, el manillar “gordo” Renthal, las pinzas de freno Nissin, las llantas Takasago Excel de aluminio o la caja de láminas VForce3.

Además, la GG Nambotin Replica añade una decoración especial (chasis dorado, carrocería blanca y adhesivos de la moto de carreras), discos de freno lobulados Braking gama alta, suspensiones Öhlins TTX en ambos trenes (horquilla de 48 mm), silencioso de titanio FMF (no es el mismo de las versiones Six Days-Racing), protecciones de plástico (cárter, chasis y manetas) y culata S3 Parts Stars. Por ejemplo, éste último elemento sirve para darnos cuenta del esmero que se ha puesto en la elaboración de esta “Nambo”. Esta pieza de aluminio mecanizada y anodizada en oro se suministra con tres culatines (standard, alta compresión y baja compresión) para adecuar el carácter del motor a la conducción que queramos realizar en ese momento, además de ayudar a refrigerar mejor. Un detalle muy fino.

Aunque no sea idéntica a la moto “pata negra”, viendo las fotos del GP de Eslovaquia, los reglajes específicos, las tijas mecanizadas Xtrig y unos bujes reforzados son las únicas diferencias de la moto oficial del piloto francés Christophe Nambotin con cualquiera de las 200 unidades de calle que existen.

OTRO MUNDO

Aunque la mayoría de las motos de enduro que se pueden comprar en los concesionarios son unidades “casi carreras-cliente”, cuando topas con una moto tan especial como ésta descubres que el escalón respecto al resto está más alto de lo que pensabas.

Probando la Nambo en una crono en la que ya disfrutamos con su hermana EC 250 Six Days te das cuenta de que el rendimiento final en una moto de enduro es el resultado de la suma de 3 factores: suspensión (40%) + forma física del piloto (40%) + moto (20%). Pues bien, en el primero de ellos es donde la Nambo destaca sobre el resto. Los más de 2.000 € que gasta en suspensiones se traducen en que te cansas menos sobre ella, se muestra mucho más estable y te otorga una confianza única para conducir. Donde antes tenías miedo a abrir a fondo, ahora no hay problema y el peralte en el que siempre tendías a salirte, ahora parece un raíl. ¡Te crees hasta bueno!

Si a esto le unimos un chasis muy bien parido que abraza un motor de 299,3 cc domesticable gracias a la doble curva de encendido (en una superficie tan seca como la que hay ahora no es descartable llevar el botón rojo en modo mojado), la gran cantidad de par disponible que te obsequia con unas recuperaciones portentosas, la posibilidad de rodar en una marcha más alta que en el resto de mecánicas 2T y el tirón que tiene arriba, estamos ante una moto casi perfecta. Ya no tienes que jugar tanto con la palanca de cambio y debes dejar llevarte por los medios del motor. Cabe decir que el carácter de esta mecánica es mucho menos agresivo (más aprovechable) que el de la KTM EXC 300. Seguro que con esta Nambo se puede ir más rápido que con la austríaca.

El equipo de frenos Braking-Nissin funciona de lujo, aunque siempre es mejorable el tacto sobre el pedal trasero, que tiende a bloquear demasiado. El accionamiento del cambio tampoco es de lo mejor, con algún falso punto muerto de vez en cuando. Quizá, con la palanca algo más baja…

Con esta moto te apetece salir a rodar, usarla para todo y hacerle más kilómetros que a ninguna otra. Se siente muy ligera, es manejable y te sientes tan seguro que te creerás invencible a sus mandos. Sin duda, La Nambotin Replica es la mejor Gas Gas de enduro que ha salido de la cadena de montaje de Salt en los últimos 20 años. ¡Me la compraba mañana mismo!

2.7.10

10 años sin Joey Dunlop















Como Joey Dunlop sólo hay uno. La edición 2010 del Tourist-Trophy pasará a la historia como aquella en la que Ian Hutchinson estableció un nuevo record de 5 victorias en la misma edición. Pero... ¿ya nadie se acuerda del más grande?
Tal día como hoy hace 10 años, “King of the Roads” moría cuando disputaba la carrera Pirita-Kose-Kloostrimetsa (Tallin, Estonia) en la categoría de 125 cc. Ya había ganado con la 600 y la 750, pero desgraciadamente perdió el control de su moto y se estrelló contra los árboles del bosque que rodeaba la pista. A día de hoy, no se sabe con certeza por qué sucedió, pero lo que sí quedo claro es que el mejor piloto urbano de la historia había muerto a sus 48 años.

Todos conocemos las gestas de Rossi, Lorenzo y Pedrosa. Muchos recordamos las peleas entre Doohan, Schwantz, Gardner o Rainey. Pocos vivieron los duelos Hailwood-Agostini, pero además de los Grandes Premios de velocidad, siempre han existido las carreras en circuito urbano. Pero entre todos esos valientes, este héroe irlandés luce por derecho propio sobre todos los demás. Ni siquiera John McGuinness, actual recordman de “La Isla” con 15 victorias podrá ser mejor que el gran Joey aún superando su récord de 26 carreras ganadas en el TT.




Joey empezó desde abajo, corriendo en la calle con sus colegas, para terminar pilotando en los circuitos urbanos más importantes del planeta. Empezó a correr en 1969, tenía grandes conocimientos de mecánica, no se le caían los anillos por viajar en su furgoneta a alguna carrera y vivía de los ingresos de las carreras y de lo que ganaba regentando su pub de Ballymoney, su ciudad natal.

Su primer TT fue en 1976, donde consiguió dos réplicas, aunque la primera victoria internacional llegó en la Mid Antrim 150 de 1971. En 1977, con 25 años, ganó su primera carrera en el Tourist Trophy (categoría Jubilee Classic) y en 1982 accedió al material oficial de Honda Britain. La firma del ala dorada sería, desde entonces, su marca de toda la vida. Atesoró un palmarés irrepetible, con más de 200 victorias en carreras urbanas. Su don le permitió ganar con mecánicas de todas las cilindradas y configuraciones: 2 y 4 tiempos, monocilíndricas, bicilíndricas y tetracilíndricas, en línea, en V, desde 125 cc hasta 1.200 cc, etc.




En España corrió dos veces: Montjuich ’85 (4ª carrera puntuable para el mundial TT-F1, hacían de “teloneros” de las 24 Horas) y Jerez ’86 (5ª carrera del mundial TT-F1). Ojalá pudiese viajar en el tiempo... También consiguió 1 punto en el mundial de velocidad de 250 cc, al terminar 10º en el GP de Gran Bretaña de 1985 corriendo como piloto invitado en Silverstone.

Algunos números:
-5 campeonatos del mundo de TT-F1 (1982-1986)
-26 victorias en el Tourist-Trophy de la Isla de Man
-24 victorias en el Ulster GP
-13 victorias en la North West 200
-31 victorias en la Southern 100
-Condecoración MBE (Miembro del Imperio Británico) en 1986 por sus servicios al motociclismo y OBE (Oficial del Imperio Británico) en 1996 por su gran labor humanitaria.

“Nunca he querido ser una superestrella. Simplemente quiero ser yo mismo. Espero que la gente me recuerde así”. (Joey Dunlop)