19.8.09

Chris Pfeiffer: Mr. Stunt (2ª parte)











(> continuación) El alemán Chris Pfeiffer es el referente del stunt-freestyle en la última década. Lo ha ganado todo, pero además, haciendo fácil lo imposible.

Pfeiffer lleva en BMW desde el año 2006 pero, aunque no lo parezca, hasta este año no había pilotado la F 800 R. Los tres años anteriores llevó una F 800 S transformada por la fuerza en una naked. El alemán está demostrando ser el mejor piloto de la historia en esta especialidad, y es que su laureado palmarés cuenta con 4 campeonatos del mundo (2009, 2008, 2007, 2003 –este primero con Ducati Monster-) y 4 europeos (2008, 2007, 2006, 2004) de Stunt. Por si esto fuera poco, Chris también tiene un Stuntwars (2006), el certamen Freestyle más importante de EE.UU, y posee 4 victorias en el enduro extremo Erzberg Rodeo de Austria (1996, 1997, 2000, 2004). Sus pinitos los hizo en el trial, donde logró 2 títulos alemanes en los ’80 antes de reconvertirse al asfalto.

El proceso para adaptar la F 800 R de calle a Stunt-bike tiene su cosa. Por lo que sabemos, monta una relación de cambio acortada (corona grande y piñón para trucos a baja velocidad), electrónica modificada (para tener más fuerza a bajas revoluciones), cárter con 2 litros más de aceite (evita vacíos en posturas extremas), estabilizador en la rueda delantera (para ayudarse en los invertidos), asiento monoplaza Osenstetter antideslizante y con joroba (para apoyarse en los ejercicios sin manos), escape de titanio completo Akrapovic, defensas de motor, manillar alto Magura, patín trasero (como punto de apoyo), estriberas cilíndricas en el eje de la rueda delantera y el subchasis, reposapiés de enduro (dentados para no resbalar con la suela mojada), controles unificados en la izquierda (acelerador de gatillo para subir el ralentí y doble maneta -freno con el dedo corazón y embrague con el dedo índice-), maneta de freno derecha recortada, bombas de freno radial Magura 195, falso depósito de gasolina con superficie antideslizante (para no resbalarse cuando se sienta sobre él) y refuerzo interior (para no doblarse), cubrecárter de plástico (para proteger los colectores de impactos laterales), supresión de todos los elementos obligatorios para circular por la calle (faros, intermitentes, retrovisores, portamatrícula, etc) y neumáticos Metzeler (el modelo depende de las condiciones del suelo. Al aire libre puede llover y en recintos cerrados puede ser de cemento, baldosa, etc).
En el Salón de Milán del año pasado pudimos ver una versión especial de calle de la F 800 R decorada con los colores de BMW Motorrad competición, denominada Chris Pfeiffer Edition. Llegará a las tiendas en septiembre.

La F 800 R es su montura estrella, pero no es la única. Últimamente se está dejando ver con una BMW G 450 X de enduro con neumáticos de trail, escape completo Akrapovic y cubremanetas cerrados. En la concentración mundial BMW Days de Garmisch hizo maravillas con ella, y con la nueva joya de la corona: la S 1000 RR. Una unidad Safety Bike salida directamente del mundial de velocidad. Aparentemente de serie excepto por la decoración, el escape Akrapovic de carbono y la ausencia de iluminación. También se le ha visto con una Beta 300 de trial.

18.8.09

Street-Stunt: piruetas imposibles (1ª parte)









Seguro que muchos lo hemos visto en eventos moteros tipo Pingüinos, Jerez o salones. Los stuntman son superhéroes capaces de dejar boquiabierto al respetable con sus acrobacias. Su dominio sobre la moto es, sencillamente, magistral.

Aunque nos parezca algo novedoso, los acróbatas de motos llevan entre nosotros muchos años, originalmente, sumergidos en el reducto de los circos corriendo dentro de grandes esferas metálicas. Actualmente el Gran Circo Mundial y muchos otros circos mantienen una atracción denominada El globo de la muerte. Se trata de una esfera de acero de 4 m de diámetro donde varias motos (normalmente de cross) se entrecruzan a más de 100 km/h. Cuantas más motos, menos espacio para moverse y más riesgo de buco… creo que el record está en 9 pilotos. También existe “El muro de la muerte”, girando sobre una pared de madera vertical; muy americano.

A mediados de los ‘60 llegó el mítico saltador daredevil Robert Craig, más conocido como Evel Knievel (1938-2007). Su estilo a lo Capitán América volando sobre coches y saltando rampas sobre docenas de autobuses sobre su Harley XR 750 de dirt-track entusiasmó al respetable. Sus excentricidades le llevaron a romperse más de 35 huesos a lo largo de su carrera (figura en el libro Guinness por esto). Los ’70 fueron su época dorada, retirándose a principio de los ’80.
Por su parte, la patrulla acrobática de los Halcones de México y sus indestructibles Harley-Davidson de los años '50 muestran sus figuras por todo el mundo, generación tras generación desde hace 70 años. El creador: Enrique Martínez Escalante.

Pero realmente, el Stunt tal y como lo conocemos hoy surgió a finales de los ’80 de manos del pionero brasileño AC Farias. Campeón de Europa en 1998 y del mundo en 2000 es una leyenda en esta modalidad y todavía sigue codeándose con los mejores. Actualmente, muchas marcas tienen sus stunts específicos, fichados y paseados para dar espectáculo en sus eventos. Craig Jones, Balázs Herczeg, Thomas Sagnier, Bruno Ferreira, Emilio Zamora o Narcís Roca son algunos ejemplos de ello. Muchos empezaron con las bicis de bmx o con el trial y, la verdad, es que la mayoría domina casi cualquier cosa que tenga 2 ruedas. Por países, Francia es el que pega más fuerte desde luego, pero el alemán Chris Pfeiffer está en otro mundo. Además, algunos de estos pilotos ostentan curiosos records individuales. Craig Jones, piloto Harley-Buell alcanzó la máxima velocidad en moto sobre el hielo (238 km/h en el lago helado Dellen de Suecia) o la mayor distancia en stoppie individual (266 m terminando a 208 km/h) y a dúo (305 m terminando a 192 km/h). (+)

10.8.09

GP La Bañeza: medio siglo de gloria























2009 pasará a la historia por los 50 años de carreras en esta pequeña ciudad leonesa. A tenor de lo visto, el último bastión de los circuitos urbanos en España está más vivo que nunca. El Gran Premio de La Bañeza es un canto al verdadero motociclismo.

Ha sido mi quinta vez (2002, 2004, 2005, 2008 y 2009), pero nunca me canso. La primera, en 2002, me dejó flipado. El paso de las 4 tiempos a tropel hacía que mis pies vibrasen sobremanera al margen del deleite de ver a Phil Read haciendo ballet en cada curva. En 2004 se celebró el cincuentenario del Moto Club Bañezano (organizador oficial) y disfruté con el paseo en side de los hermanos Del Vall y la YZR 500 de Parajuá. El año pasado, un “cacerolo” dejó la pista inundada de aceite y las GP tuvieron que correr sobre la blanca sepiolita que lo absorbía.
 

Pero cada edición tiene algo distinto y especial. Junto al GP valenciano de Xàtiva (desde 1951 -80 cc, Clásicas 2T y Supermotard-) es una de las 5 pruebas de velocidad en circuito urbano que queda en España. Con tres categoría en liza (Clásicas 2T, Clásicas 4T y 125 GP) en La Bañeza no tienes tiempo para aburrirte (lástima que prohibieran las 125 Criterium, categoría de acceso para los mortales). Aunque las comparaciones son odiosas, no es justo decir que nuestra Bañeza es el TT español, ni de coña. Sí se acerca a la Southern 100 (celebrada en "La Isla" en julio), pero tampoco. Si aquellas representan toda la ensalada, nuestra Bañeza es una aceitunilla (el recorrido es muy corto).

Domingo 9 de agosto, 11:45. La pista, enmarcada por balizas de paja y el encintado blanquirrojo de Motoci, discurre entre miles de personas que inundan las aceras de un metro de ancho. Alcantarillas, suciedad, bolsas de plástico y demás, atraviesan las calles como Pedro por su casa formando un atrezzo celestial. Menos de un minuto y medio por vuelta, producto nacional del bueno en 2T y trabajadas Ducati en 4T (las 450 Desmo sólo para los más sibaritas). Otras piezas llaman mi atención: BSA, Jawa, Norton, Matchless, Seeley, BMW dan un toque muy vistoso en esta orgía de aceite y gasolina. Por otro lado, la megafonía, el Peugeot Safety-car y la traca encendida por el ganador no faltan en ninguna edición. Lástima de dinero: no me importaría en absoluto correr aquí porque el ambiente es único. Sillones y sofás en la acera, las peñas, el camión escoba, la guardia civil, los bocatas, la curva del sacacorchos, el paddock, el humo azul, el sonido, la gente...

En 1968, un desconocido Ángel Nieto pulió a sus rivales con tan sólo 19 años. En este 50 aniversario (la primera carrera data de 1952), el paseo de los campeones (4 vueltas al circuito antes de la carrera de 125 cc) rindió homenaje a todos aquellos que han defendido su honor en esta batalla: Champi Herreros, Jose Luis Alemani, Ramiro Blanco, Ángel del Pozo, Daniel Mateos, Ramón Pano, los hermanos Arranz, Pepín San Millán, Manuel Iglesias “Cachorro”, Pedro Parajuá, David Vélez… y así hasta una treintena de viejas glorias rodaron emocionados por el insigne trazado castellano-leonés. Mientras tanto, Álvaro Bautista firmaba unos cuantos autógrafos en la tribuna de meta.

Tras la carrera quedo con Edi, un crack que me ha conocido a través del blog y que me pide consejo para abordar su viaje a la Isla de Man el año que viene. Al final, terminamos comiendo un grandioso chuletón regado con vino y cerveza junto a otros 20 colegas suyos, para celebrar el 2º puesto de Jorge Belloso en 125 GP con una Honda de hace ¡9 años! Habrá que repetir...

Por mi parte, “circuito permanente de velocidad en La Bañeza ¡¡¡NUNCA!!!”