31.7.09

Kawa ZX-10R: ninjatsu (2ª parte)





(> continuación) Deja de pensar que las 1.000 son inconducibles y que te van a sacar por orejas a la mínima de cambio. El secreto actual de estas motos está en “domesticarlas” a base de electrónica, en el caso de la ZX-10R, firmada por Keihin (cuerpos de inyección de 43 mm). Con semejante motor tienes unos bajos deliciosos, unos medios poderosos (6.000-9.000 rpm) y una zona alta (10.000-13.000 rpm)… que nunca necesitarás en condiciones normales de conducción. Ten en cuenta que gira 2.000 vueltas más abajo que la ZX-6R, el motor es menos exigente, no es necesario llevarla alta de vueltas para llegar a la “zona buena”, su autonomía no varía (200-230 km con los 17 l. de depósito) y la suavidad de funcionamiento es deliciosa. Circular entre el tráfico urbano resulta más fácil debido a que los retrovisores con intermitente integrado pueden plegarse. Abiertos son demasiado largos y pueden chocar con los de los coches.

La boca frontal de admisión surte su efecto cuando entras en la “zona Kawa”, es decir, cuando empiezas a ver cómo sube la aguja por las cifras verdes del cuentavueltas. Un leve soplido hacia la admisión se torna silbido para obsequiarte con una patada sin fin que te catapultará hasta el infinito. Pero si lo que quieres es buscar el límite, abriendo a fondo y hasta el corte de encendido cada marcha y tentar al demonio, lo mejor son los circuitos, claro.

¿Y EN PISTA?

Buscar la zona roja en un trazado tan divertido como el de Almería, llegando a más de 260 km/h al final de la recta de atrás tras unas graciosas levantadas del tren trasero en frenadas “in extremis”, es otra cosa. Con los retrovisores plegados para evitar distracciones y tras dos vueltas de calentamiento, disfrutarás como un enano ante la electrizante estirada de la que hace gala la ZX-10R. La frenada, encomendada a unos discos delanteros lobulados semi-flotantes y pinzas Tokico radiales de 4 pistones, es muy buena: ni seca ni esponjosa. Aún así, no entiendo por qué una moto de este precio no monta latiguillos metálicos, algo básico. La suspensión Kayaba multirregulable con una horquilla invertida de 43 mm con tratamiento antifricción DLC requiere de un tarado tirando a duro, mientras que el amortiguador trasero nunca se comprimirá o fatigará por falta de rendimiento. Además, posee regulación en precarga, comprensión (alta y baja velocidad) y extensión.

Ajustar adecuadamente el amortiguador de dirección Öhlins de serie es vital si no quieres que el tren delantero te obsequie con unos buenos shimmies. Los cambios de dirección no se hacen tan rápidos como en una 600, pero casi… Tiene una distancia entre ejes 1,5 cm mayor que la ZX-6R, lo que le otorga una estabilidad encomiable.
Al contrario de lo que sucede en carretera, abrir a saco en tercera saliendo de los virajes rápidos te deparará una progresiva derrapada que causará una lasciva sonrisa en tu cara, pero penalizará algún segundo que otro tus tiempos. Aunque el “transponder” nunca falla, la ZX-10R dispone de un cronómetro que accionas/paras mediante el botón Start/Stop de la piña derecha con tiempos acumulados (botón Lap en la piña izquierda).

Al final de la jornada de tandas, fue asombroso comprobar cómo en la tabla de tiempos “la verde” (que además era la única moto de serie que merodeaba por allí) se había merendado a la mitad de los inscritos con neumáticos slick y numerosos extras racing. Esto quiere decir que la base es tan buena que con unos leves retoques puedes estar rodando tan rápido como el que más.

Kawa ZX-10R: ninjatsu (1ª parte)






Una de las múltiples artes marciales que han dominado los antiguos Ninjas durante siglos ha sido el Ninjutsu. Igual que aquellos, todo el que ose desafiar el honorable espíritu de la Kawasaki ZX-10R deberá saber que se enfrenta ante una máquina de precisión entrenada para el combate.

A priori, la silueta de la gran Ninja intimida. Algo normal teniendo en cuenta las cifras con las que se presenta la “bestia verde”: 188 CV a 12.500 rpm (200 CV con el RAM-Air funcionando a fondo)… 208 kg en orden de marcha… ¿muy fuerte no? La última Superbike de la marca de Akashi no sólo hace honor a la reputación de la que siempre han hecho gala los modelos de Kawasaki (potencia y velocidad) sino que, también, ha mejorado mucho respecto a la generación anterior. Presentada en el Salón de París de 2007 como novedad para el año pasado, todavía no ha necesitado renovarse debido a la excelente calidad que ha demostrado hasta ahora.

En 2003 la ZX-10R tomó el relevo de la mítica ZX-7RR en las competiciones internacionales, teniendo como punta de lanza el Mundial de Superbike. En la calle tomó el relevo de la ZX-9R. Desde entonces, tres generaciones distintas se han ido superando en estos últimos años para llegar al elaborado producto actual.

Lo primero que llama la atención es su pequeño tamaño. De lejos, no sabrás si estás ante la hermana pequeña ZX-6R o la hermana mayor. Una vez subido y, cerciorándote otra vez de que calza una goma trasera de 190 mm y es la ZX que termina en cero, pulsar el botón de arranque hará que no te quepa la menor duda: sólo una 1.000 puede sonar tan “seria”. Soñar con sustituir el silencioso bajo pentaoval (preparado para superar la normativa Euro 3) que viene montado de serie por alguna unidad Akrapovic hace que la boca se me llene de baba.

La instrumentación integra un display en el cuentavueltas analógico. Ofrece velocidad máxima, cuentakilómetros total/parcial, reloj, indicador de marcha engranada, temperatura del refrigerante y cronómetro. La Ninja puede ir vestida en color negro brillo o en el más auténtico verde lima de toda la vida… (+)

14.7.09

III. Cine y Motos / Easy Rider (1969)







Ahora se celebra el 40 aniversario de una de las cintas más carismáticas y auténticas que ha dado el cine de motor: Easy Rider (en la traducción española se añadió la coletilla “Buscando mi destino”). Un pedazo de historia pura y sin retoques de 94 minutos defendido a ultranza por la contracultura yankee. Joder… es muy buena.

Estrenada un 14 de julio en Nueva York, esta road movie convulsionó a la sociedad desde el primer momento. El valor casi documental de esta película la ha colocado entre las 100 mejores de la historia del cine. Fue unánimemente acogida por la generación hippie como su película de culto, además de obtener un considerable éxito de taquilla y consiguió la Cámara de Oro (premio a la Mejor Ópera Prima) en el Festival de Cannes.

Película de culto donde las haya, Easy Rider fue financiada por Peter Fonda (hijo del reconocido actor Henry Fonda –“Capitán América”-) y dirigida por Dennis Hopper. Con 340.000 $ de presupuesto y las ideas muy claras reflejaron fielmente la realidad de una época que llegaba a su fin. La gente así lo entendió, y obtuvieron más de 60.000.000 $ de recaudación.

La trama narra la amistad entre los motoristas Wyatt (Fonda) y Billy (Hopper) que, tras una operación de cocaína en la que ganan mucha pasta, deciden emprender un viaje en sus motos desde Los Ángeles hasta Nueva Orleans para asistir al Carnaval Mardi Gras. Su travesía por carretera les llevará a componer una fidedigna radiografía del país y a desempolvar la esencia de la cultura americana de la época: dinero, comunas hippies, granjeros, policía, cárcel, norte vs. sur, droga, psicodelia, sexo, rock and roll... Destacable también el papel de George Hanson (Jack Nicholson fue nominado a mejor actor secundario), un peculiar abogado alcohólico que se une al viaje.

El tratamiento fotográfico de Laszlo Kovacs es magistral, con unas localizaciones y paisajes idílicos. La luz, siempre natural, sin aditivos. Easy Rider sentaría las bases del cine americano independiente de los ’70. La inesperada escena final es el culmen de la descorazonadora crítica social de la que hacen gala a lo largo de toda la película. Quizá no esté muy lejos de lo que se pasa hoy: parece que los motoristas seguimos siendo los malos de la película…

8.7.09

Mundial de Sidecar: inmortales
















Aprovechando la 3ª carrera del Mundial de Resistencia en Albacete, por fin pude ver en acción a los héroes de uno de los tres únicos mundiales que se mantienen inalterados desde 1949: el de Sidecar (junto al de 125 y 250 cc). ¿Os suena?

Desgraciadamente, en nuestro país esta modalidad apenas es conocida, pero no por ello deja de ser espectacular. Bien es cierto que la época de oro de los Sides ya pasó, allá por los ’70, pero actualmente todavía hay una veintena de estos "cacharros" que luchan entre sí por ganar en las cinco carreras de que consta el campeonato (Schleiz, Albacete, Sachsenring, Rijeka y Le Mans).
Desde 2001 estos bichos corren bajo la denominación Superside FIM Sidecar World Championship. Anteriormente pasaron por la Sidecar World Cup (1997-2000), celebrándose dentro del certamen de SBK. Hasta 1996 fueron parejos a los GP’s de velocidad.
Si hay que reseñar un nombre en la historia de los sides, no hay otro que el británico Steve Webster con la friolera de 10 mundiales entre 1987 y 2004. La pareja suiza Rolf Biland/ Kurt Waltisperg también fueron unos cracks, logrando 7 entorchados.

Tras las dos décadas de dominio BMW (1954-1974), la pequeña firma artesanal suiza LCR (Louis Christen Racing) se encarga de fabricar a mano los mejores sides de carreras del mundo desde 1979 (24 títulos les contemplan). De hecho, fueron los artífices de la concepción “todo una pieza” pasando del moto-side al side monocasco. Actualmente, para correr en circuitos permanentes la mayoría de equipos lleva el modelo F1, al que acoplan el motor que se les antoje (los más competitivos son el Suzuki GSX-R 1000 –ha ganado los 8 últimos mundiales- y Yamaha R1); con todo, el peso es sólo de ¡225 kg! En la Isla de Man sólo corren los F2 (600 cc).
Chasis de aluminio (F1) o acero (F2), motor tras el piloto, escape con silencioso tras la rueda delantera, radiador en el morro del side, semimanillares verticales y dirección comandada por varillas, tomas de ventilación para los frenos flotantes con pinzas AP, suspensión Koni/Maxton (excepto en la rueda del side), llantas BBS, carrocería de carbono con endiduras (para que el copi se agarre en los apoyos), 280 km/h, 0-100 km/h en menos de 3 segundos, etc.

Lo más llamativo de esta modalidad es el trabajo del copiloto. Mientras el piloto gobierna la moto tumbado boca abajo en el lateral derecho, el passenger está en constante movimiento agachándose en las rectas, subiéndose encima del “colín” en curvas a derechas (algunos casi tocan con el casco en el asfalto, quedando literalmente colgados) o saliéndose del side en las de izquierdas (llevan una deslizadera en el culo para rozar). El contrapeso es fundamental para lograr una correcta distribución de pesos porque, de lo contrario, el side volcaría o no traccionaría como debe. Las deslizadas de los sides en las últimas vueltas reflejaban claramente el desgaste al que es sometido el neumático trasero Yokohama 225/515-13”.

Mención aparte merecen los personajes que bajan de estos artefactos, ingleses en su mayoría. La pareja tirolesa era de coña y los hermanos Knight estaban muy compenetrados. Victoria para los guiris Reeves/Neave saliendo desde la pole y marcando una vuelta rápida de ¡1’34”215! Pekka Päivärinta/Adolf Hänni, del equipo Suzuki-Finlandia, llevaron su LCR Barry-Sheene réplica hasta el 2º puesto y mantienen el liderato en la provisional (Pekka ganó el mundial el año pasado).

La matrícula de uno de los camiones indicaba que algunos de ellos siguen compitiendo con éxito en el mítico trazado urbano de la Isla de Man. Una coleta rubia llamó mi atención copilotando un side amarillo. Al terminar bajaron dos checos de más de 50 años: Jakob Rutz pilotaba y su mujer Rita Aeberli era la copi. Quedaron últimos, pero me demostraron que cuando se compite por pasión todo lo demás no importa. ¡Bravo!
Ojalá esta histórica disciplina no desaparezca nunca porque ¡los adelantamientos son de infarto!

7.7.09

Michelin Power Research Team















Para algunos, Michelin está fuera de combate desde que dejó el Mundial de MotoGP. Pero lejos de ser así, la marca francesa dispone de una sofisticada "moto-laboratorio" en el Mundial de Resistencia con la que seguir evolucionando sus gomas de carreras. Así es la Honda CBR 1000 RR del Michelin Power Research Team.

La máxima de Michelin en competición parece no haber cambiado a tenor de lo visto en los últimos meses: nunca participarán en un campeonato donde no haya pluralidad de marcas. Según ellos, si no hay competencia el desarrollo se frena enormemente y empeoran los productos. Por eso están apostando muy fuerte por el Campeonato del Mundo de Resistencia, donde tiene su propio “invento”, además de suministrar las Power One al equipo líder del certamen: Yamaha Austria Racing (han ganado las 3 carreras disputadas –24 Horas de Le Mans, 8 Horas de Oschersleben y 8 Horas de Albacete-). Según Jean-Philippe Weber (máximo responsable de Michelin competición en 2 ruedas): “Yamaha Austria funciona a la perfección. Es como la Orquesta Filarmónica de Viena”.

Esta sofisticada CBR 1000 amarillazulada de 180 CV está plagada de sensores que recogen información permanentemente para ser analizada y evolucionar las futuras gomas: hilera de 6 sensores bajo el guardabarros delantero y de 8 bajo el trasero, dos en la horquilla Öhlins y en el amortiguador trasero, en el acelerador, en las llantas (para detectar cambios de presión en funcionamiento), en el manillar (ángulo de inclinación), en el basculante, en los frenos... además del típico display 2D, el lap timer y una unidad GPS bajo el colín. La escuadra francesa está formada por 30 individuos, llegaron con 1.200 neumáticos para todo el finde albaceteño y se desplazan en 4 camiones.

La participación de Iván Silva en el equipo (campeón de España de Fórmula Extreme '02 y de Supersport '03) para la cita española me dejó muy claro que los “balillas” del CEV no son tan buenos en Resistencia. Su compañero y piloto de pruebas Michelin, Josep Monge, nos dijo: “Lo importante es devolver la moto intacta al compañero y dejar que pasen las vueltas”. El equipo salió desde la pole, pero Iván se cayó en la primera media hora cuando iba en cabeza. Durante la última hora, hubiesen podido quedar terceros, pero otra caída de Silva tras rodar en 1’32” hizo encabritarse a Joseph que salió como una exhalación a marcar constantes 33”. El tercer integrante, William Costes, cumplió su cometido.

Al final de la carrera, a eso de las 2 de la madrugada, 4º puesto (para todo lo que les pasó les supo a gloria). Hay que tener en cuenta que Albacete es la carrera más dura del Mundial debido a las altas temperaturas que hay por allí: en los entrenos del viernes el asfalto estaba a 40º, con el consiguiente destrozo de los mismos. Los pilotos... era pa' verles. Se quitaban el casco y aparecían rojos y chorreando.

6.7.09

Mundial de Resistencia: 8H Albacete '09 (3ª DE 6)



















Desde 2003 la ciudad castellano-manchega acoge la única prueba puntuable para el Mundial de Resistencia FIM Qtel que se celebra en España. En formato de 12, 6 u 8 horas, siempre ha sido la carrera más exigente del calendario debido a las altas temperaturas. La resistencia merece mucho la pena…

Está claro que la modalidad Endurance no goza de ningún prestigio en nuestro país. Nuestros vecinos franceses lo pasan pipa y son el país referente en este tema: Le Mans (desde 1978) y Bol d’Or (desde 1922) son dos citas históricas. Las 8 Horas de Suzuka (desde 1978) completan el triplete de las más prestigiosas.
Aquí, a excepción de las 24 Horas de Montmeló, no hay nada… Una lástima que el promotor del Campeonato de España no pudiese hacer frente al mantenimiento del mismo y desapareciera el año pasado. Haciendo memoria, la maravillosa cita urbana de Monjuic celebrada durante tres décadas fue lo máximo por estos lares.
¿Sabías que David Checa (el hermano de Carlos) fue campeón del mundo de Resistencia en 2004?

El caso es que hay que aprovechar lo que tenemos y la iluminación del circuito de Albacete bien se presta a una carrera nocturna de 8 horas de duración (18.00-2.00). La salida tipo Le Mans con todos los pilotos corriendo hacia sus motos es muy intensa, al igual que los repostajes, las improvisadas reparaciones y la noche… luces halógenas, de leds y reflectantes pasan a pocos metros de ti formando un precioso rayo de luz. El equipo Yamaha Austria barrió con 292 vueltas, seguido de nuestra R1 Folch y la Suzuki del Team 18. La R1 blanquiroja austriaca va a ganar el mundial 2009 por segunda vez para la marca de los diapasones (GMT 94 lo logró en 2004) tras 4 años consecutivos de dominio Suzuki.
En la categoría Superstock (tiene rango de Copa del Mundo de Resistencia), un equipo 100% español logró el tercer puesto: Kawasaki Córdoba Patrimonio de la Humanidad (Luis Castro/Dailos Sainz/Álvaro Molina). Los cataríes del equipo Suzuki Qert de Qatar Alnaimi/AlMannai/Delhalle ganaron tras 282 vueltas seguidos por sus compañeros de escuadra, el Quert Júnior, con Alnaimi/AlMalki/AlMalki. Está claro que quieren llevarse el título de este año en su llegada a casa, el circuito de Doha, la última cita del año.

- La resistencia es el banco perfecto para comprobar la fiabilidad de las mecánicas en situaciones extremas y la del propio ser humano tras varios sube-baja a sus respectivos pepinos. Por lo general, en Albacete los 3 pilotos del equipo se turnaban cada hora.
- El sistema de puntuación oscila según la duración de la carrera, es decir, más puntos para las citas con más de 12 horas de duración y menos para las de 6 (ó 1.000 km), pasando por las de 6-12 horas.
- Los dos peores años del mundial fueron 1989 y 1990, con rango menor de Copa del Mundo.
- La marca más laureada en la historia del mundial ha sido Suzuki, con 12 títulos.
- Pilotos de SBK como Terry Rymer, Carl Fogarty, Stéphane Mertens, Peter Goddard o Doug Polen también ganaron al mundial de Resistencia en su día.

MONTJUÏC, EN EL RECUERDO

Las actuales 24 Horas del Circuito de Cataluña nacieron en 1995 como relevo de las históricas 24 Horas de Montjuïc, que se celebraban en el circuito urbano (1955-1986) de 3.7 km, junto a la conocida montaña barcelonesa. Algunas ediciones sirvieron como prueba puntuable para la Copa de Europa (1961-1974), el Campeonato de Europa (1975-1979), y para el Mundial (1980-81). El boicot de pilotos franceses y la muerte de Mingo Parés dieron al traste con esta mágica prueba en 1986. La inauguración del circuito de Cataluña en 1991 encendió la mecha para la recuperación de una carrera histórica de 1 día de duración. Salida tipo Le Mans y más de 700 vueltas a un trazado de 4,6 km que se encuentra en un estado de conservación óptimo.